De entre las turbulentas aguas del olvidado mar de andamios que hamacan los segundos que no disfruto en su compañía, emergen las preguntas viajeras y envolventes que se mecen eternamente por un tiempo (determinante) entre las claves solares que descansan bailando entre mis esperanzas. Cuan difícil es no perder los estribos y soltarse a volar entre las sabrosas arenas movedizas de su desconocido desierto!
Contruyo un barco de papel a prueba de fracasos, con un ancla de chocolate que se derrite de tanto ansiar ese calor que no es correspondido, y me lanzo a navegar de noche y con el rumbo fijo alterado.
Su tierra firme es gelatina movediza, resbaladiza pero también dulce y atractiva, lo que logra evaporar lo peligroso de la realidad convirtiendo lo deseado en un juego trastornador que, de alguna extraña manera, no termina jamas.
Todo ese mar y toda esa tierra convergen en un universo paralelo, en el que navegar en contra del viento puede ser quizás mas ventajoso que hacerlo con el a favor.
Desabastecerme de la esperanza de nadar dormido entre sus ojos es lo mas complicado de todo este acuático asunto.
Así es.
Hola...hay alguien ahí?
Hace 11 años