lunes, 3 de noviembre de 2008

Lunares en el Sol.



El Sol entristece y todo se oculta
Entre oscuras y deshidratadas
Lágrimas solares.
La Luna sonríe y todo renace
Bajo sus pervertidos ojos
Todo lo puro renace.

Marchitados los girasoles cantores
Ya dejaron de florecer
Sus melodías endulzantes
Tosen la tristeza de su Dios
Dejando sobre la desolada Luna sin estrellas
Un halo de amargo abandono solar en toda su garganta.

La Luna abrumada intenta cantar:
Oh Sole, SOle Mio! Donde estas que no te puedo encontrar?
Pero no hay voz audible en su seco lamento
Y su corazón sediento no puede florecer contento
Ni tampoco
Escuchar

Descansa la Luna
Ya cansada de llorar
Sus brillantes y compañeras lágrimas nocturnas
Desaparecen o se mimetizan
Con los ríos Y con los lagos
Mezclandose dejan espacioso lugar
A un nuevo y brillante Día
Que en poco tiempo
Cristalidad comenzará a derramar.

Día que dentro de poco ocaso será
Y un final tormentoso y lleno de lluvia
Anunciará el brillante resplandor lunar
Golpeando las ventanas del Sol
La Luna volverá a cantar:
Oh Sole, Sole mio! Donde estas que no te puedo encontrar?