miércoles, 8 de abril de 2009

Marchitamiento.

Sosteniendo la respiración salto desde lo mas alto de mi humillación para caer a sus pies, arrodillándome ante su envolvente majestuosidad.
Me averguenzo de valorarme tan poco y aprieto los dientes cada vez mas fuerte sabiéndome derrotado. Y todo este retorcimiento es agradable de alguna manera.
Disfruto de su egoísmo y me olvido de lo egoísta que a veces deberia de ser para quererme un poco mas.
No comprendo porque tanta falta de completitud puede abarcarme tanto y hacerme volver cada vez que decido alejarme.
Estoy tan cansado de escribir canciones tristes, de divagar entre tontos sueños de compromiso que se alejan cada vez que mi hocico es tentado por su olor.
Le dicen amor... pero como puede ser amor algo que lastima a discreción pero sin intención? Como un imperativo y constante rechazo interno puede ser la vía para encontrar la felicidad?
Es otoño y se acerca el invierno cada vez mas rápido y necesito abrazos, y frazadas, y piernas enredadas y besos cálidos y entrelazados...Necesito que no solo la noche descanse conmigo.
Estoy tan triste, tan loco.
No puedo dejar de dedicarle mis canciones, mis pensamientos y no puedo valorarme para odiarla y olvidarla. Soy un cobarde con mucho amor para dar y no puedo evitar odiarme por eso.
Desearía no tenerla tanto en todos lados. Desearía que se alejara conmigo al menos una vez.
Que solido y frio es estar enamorado como un loco de lo que no hay!